El cruce duodenal o la derivación biliopancreática con cruce duodenal combina dos técnicas: gastroplastía tubular y el bypass biliopancreático.
El cruce duodenal es una cirugía que consiste en reducir el volumen del estómago en un 80%, dejando un estómago en forma de tubo,; junto con la modificación del intestino, de forma que tras la cirugía sólo se utiliza el 40% del mismo.
Los pacientes que se someten a esta operación pueden conseguir una pérdida de un 80% de exceso de peso en dos años. Los primeros meses se produce el mayor descenso y luego decrece de forma progresiva, hasta alcanzar el considerado “peso ideal”.
Si estás interesado en la técnica de cruce duodenal pero tienes dudas, puedes solicitar una consulta gratuita en nuestra clínica.
Cirugía de la
ObesidadDuración Cirugía
4 horas.
Tiempo de Ingreso
72 horas.
Tipo de Anestesia
General.
Tipo de cirugía
Laparoscópica.
Tiempo de recuperación
10/12 días.
Cruce
Duodenal12.000 €
Estudios pre-operatorios
Consulta de Evaluación
Intervención quirúrgica y hospitalización
Seguimiento en consulta
Seguimiento nutricional
Seguimiento de cirugía bariátrica con Psicologia (incluye 2 consultas)
Evaluación Endoscópica
Evaluación Analítica
Evaluación Ecográfica
Si bien el cruce duodenal con derivación biliopancreática es muy efectivo, implica más riesgos como la desnutrición y la deficiencia de vitaminas. En general este procedimiento está recomendado para pacientes que tienen un IMC de más de 55.
El Cruce Duodenal reduce el tamaño del estómago, al igual que se produciría con el Tubo Gástrico. En consecuencia, el paciente se siente saciado con menor cantidad de alimento, por esa razón se dice que tiene un componente restrictivo.
Algunas de las ventajas más llamativas son:
- Es la técnica que consigue una mayor reducción de peso.
- Al extirpar la curvatura mayor del estomago, se elimina la producción de la hormona grelina, que controla la sensación de saciedad.
- Se mantiene el funcionamiento normal del estómago, al mantener el píloro.
- Las enfermedades asociadas a la obesidad mejoran o incluso desaparecen.
- Mejora notablemente la calidad de vida del paciente.
Como en cualquier otro tipo de intervención, existen una serie de desventajas e inconvenientes. Entre estos últimos se encuentran:
- Es una técnica más compleja de realizar, por lo que se utiliza menos.
- Normalmente, los pacientes tienen que tomar suplementos vitamínicos tras la intervención, porque puede afectar a la absorción de algunas vitaminas y minerales.
- Puede producir el síndrome conocido como Dumping (vaciado gástrico rápido). Este problema tiene síntomas gastrointestinales y motores: sensación de plenitud, retortijones, náuseas, vómitos y diarrea explosiva. La aparición de los síntomas lleva al paciente a disminuir voluntariamente su ingesta, y como consecuencia de ello el paciente se desnutre y pierde peso.
- Se pueden formar cálculos biliares. Para evitarlo, durante la intervención de cruce duodenal se suele extirpar la vesícula.
Esta intervención tiene una duración variable, dependiendo de las características de cada paciente. Requiere hospitalización para llevar los controles pertinentes y enseñar al paciente a llevar la dieta oral correcta. Se comienza con una dieta líquida, luego en puré y más tarde blanda, para pasar después a una dieta normal, pero en menor cantidad. Asimismo, se aconseja evitar las bebidas con gas y se aconseja masticar despacio, para evitar sufrir aerofagia.
El médico le indicará si debe seguir algún tratamiento farmacológico y cuándo debe empezar con él. Por otro lado, se deberá a acudir a controles médicos mensuales durante los 6 primeros meses y luego controles anuales.
Tras el alta del hospital es necesario seguir una dieta estricta durante 3 a 6 meses tras la cirugía, combinada con actividad física regulada. El tiempo necesario de baja es de alrededor de 2-3 semanas, en función del tipo de actividad laboral que se desempeñe.
Durante la primera semana puede haber molestias en relación a las heridas y alguna dificultad a la ingesta oral. También es posible notar movimientos intestinales diferentes y sensación de retortijón. Tanto la persona como el nuevo estómago deben aprender a comer otra vez y a coordinarse mutuamente, además los intestinos deben acomodarse a su nueva disposición.
La pérdida de peso es progresiva durante el primer año, siendo más importante durante los primeros 6 meses.
Las mujeres con deseos de quedarse embarazadas se recomienda que esperen al menos un año. El embarazo y el desarrollo de la criatura no se ven modificados por la cirugía, aunque sí se recomienda una vigilancia más estrecha por el obstetra durante las primeras semanas de la gestación.
El IMC se utiliza para clasificar el estado de la persona, y se calcula a partir de la fórmula: peso(kg)/talla(m2). Se trata de un cálculo común tanto para hombres o mujeres. Recuerde que este índice nutricional tan solo se aplica en adultos.